No nos mires, ¡únete!

Si quieres formar parte de nuestra plataforma, remite un correo electrónico a

jovenes-avanza@hotmail.com

martes, 22 de abril de 2008

Proyecto Europeo de... ¿Construcción o Transformación?


En la tarde de hoy ha llegado a casa un panfleto que reza “AE Conradh um Athchóiriu” (Tratado de Reforma de la UE, en gaélico). El lento caminar de la Europa comenzaría a dar sus pasos allá por 1957 pero nunca ha tenido una dirección sólida. De hecho, se diría que hasta ahora ha crecido a base de ráfagas o impulsos de determinados líderes nacionales, pero nunca se ha visto refrendado a través de un timón europeísta ni a través de una política comunitaria unificadora, como siempre se ha pretendido.

Bajo mi humilde punto de vista, creo el pueblo entiende la UE como algo sumamente lejano, como una contienda fiscal entre Naciones, donde unos estados reciben ingentes cantidades del Fondo Social Europeo, a costa de otros. Este ha sido uno de los pilares que ha propiciado la espectacular transformación de España en un país moderno, tomado como ejemplo por muchos otros estados.

Todo parece indicar que la construcción europea ha sido enfocada a eliminar las trabas burocráticas, convirtiendo a Europa en un paraíso donde existe el libre movimiento de personas, mercancías y capital, claro que hay quienes afirman que el trabajador se ha convertido en eso, en pura mercancía.

Sea como fuere, partiendo desde un profundo desconocimiento de lo pactado en el Tratado de Lisboa, que los 27 estados miembros han de confirmar con el respaldo de su soberanía nacional (Referendo o Parlamentos Nacionales), me atrevería a decir que La Unión Europea, preferiría que se llamase Unión de Estados Europeos (nada parecido a Unión Económica Europea), es una superestructura con influencia política de los Jefes de Estado, Consejo Europeo, Parlamento... que acusa un mal endémico de la estructura gubernamental, demasiada traba burocrática que confunde realmente al ciudadano, que siente y percibe como el Proyecto Europeo se construye a su espalda.

Europa caminará tarde o temprano hacia la unificación, aparecerán grandes “superministerios” (Transportes, Energía, Finanzas,...) y con un carácter conservador, tal y como parece será esta primera etapa política.

Será necesaria la aparición de agentes sociales a nivel europeo. Los sindicatos, la juventud, las diversas corrientes sociales deben abrirse camino en esta nueva Europa creando “superestructuras sociales”, que partiendo de la tolerancia “hacia lo distinto” sepa aunar objetivos comunes para que Europa sea sede del “Imperio de la Libertad, la Igualdad y el Trabajo Social”. Aún en esta Europa de Naciones Libres, a ratos liberal, a ratos socialdemócrata, abunda las desigualdades sociales (laborales, de género, de edad, de procedencia, de acceso a los recursos). Es hora de reclamar una construcción de la Europa Social y del Trabajo, que asegure un bienestar para todos en base al trabajo y que huya de las discriminaciones.

Algunas cuestiones interesantes a reflexionar serán:

¿Podremos construir una Europa que prescinda de las soberanías nacionales, donde todos se integren en el proyecto común sin acudir a “nacionalismos rancios”?.

¿Es viable una Europa Unida formada por ciudadanos de distinta procedencia, religión, cultura y educación?

¿Se podrá armonizar la política estatal a la política común sin caer en farándulas competenciales?

¿No os parecería conveniente proponer en todos los estados miembros una asignatura común de “Ciudadanía Europea”, con el fin de que conozcamos un poquito más a todos esos nuevos hermanos?


En definitiva, soy de la idea de que Europa se ha de vertebrar como un todo y no como una suma de Estados, debe tener vida propia y voz en la calle, con una juventud activa y participativa que proponga un Nuevo Orden Social, puesto que nuestra generación es la que gobernará la verdadera Europa.

No hay comentarios: