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domingo, 25 de mayo de 2008

El trabajador invisible



El trabajador del Siglo veintiuno con respecto al de principios del veinte se ha transformado de forma considerable, los trabajadores de principios de Siglo vivían desamparados, sin ninguna garantía por parte del Estado, sólo podían formar parte del proceso productivo, imprimiendo su fuerza de trabajo en las manufacturas y recibiendo en contraprestación un salario nada adecuado para su esfuerzo, y por tanto no consumiendo lo conveniente, esto sucedía a la par del establecimiento de un situación antagónica de clase y la configuración de un Estado eminentemente burgués supeditado a los edictos del gran capital adicionado con la percepción de que la producción era la variable que decidía los otros sectores económicos(Consumo, Oferta), el capitalismo de esta época ejercía un empobrecimiento del poder adquisitivo en el proletariado aumentando su incertidumbre sobre su destino, este sistema era injusto en grado sumo ya que los trabajadores improductivos (especuladores..) obtenían grandes beneficios gracias a los trabajadores productivos que adquirían la mínima parte de ese beneficio.

Conforme iba transcurriendo el Siglo los cambios iban mitigando esa situación de continua precariedad, así, el modelo Keynesiano introdujo una batería de reformas cómo la agudización del gasto público, la regulación de la Economía por parte del Estado, y una concepción sobre el funcionamiento de la Economía basado en el consumo como variable condicionante de la misma, supliendo a la producción que ejercía ese papel anteriormente, esto provocó que crecieran los salarios para que la gente consumiera y al existir mayor consumo la patronal tuvo un aliciente para producir en mayor medida y por tanto reducir el paro, simultáneamente se constituían Instituciones Públicas que ofrecían servicios a la Sociedad (Sanidad, Educación..) y medidas fiscales que hicieron revertir los beneficios entre los empleados; aunque la tesitura era diferente de la del principios del Siglo, todavía quedaban matices que suponían una diferencia entre estratos sociales.

Con la llegada de los neo liberales una nueva concepción de la Economía se impuso,el divorcio entre el Estado y la Economía y el “dejar hacer, dejar pasar” que promovió Adam Smith se materializaron en la economía inglesa(arquetipo de la eficiencia pública) y en otros países occidentales, la efectividad inglesa en sus servicios públicos disminuyó conforme disminuían los impuestos directos (basados en la equidad), además de la animadversión manifestada por Margaret Tatcher a los Sindicatos y su reivindicación, este modelo basado en la des regulación por parte del Estado limitándolo a un mero arbitro de la Economía y la flexibilidad otorgada a las empresas para poder despedir a su libre albedrío permitió disminuir las garantías laborales y la certidumbre sobre su prosperidad, generando riqueza pero distribuida de una forma poco paritaria.

Actualmente vivimos en un keynesianismo edulcorado por el neo liberalismo, por eso pienso que debemos aplicar los caracteres del Keynesianismo que pueden funcionar en la actualidad (Cobertura pública eficiente, leve coordinación estatal de la economía) y renovar aquellos que se han quedado anticuados cómo las empresas estatales no competitivas haciéndolas más productivas, en definitiva compaginar el desarrollo de la producción con desarrollo social.

La polarización de clases y su supuesta panacea (Comunismo) son dos anacronismos ya que el principio de pauperización que aducía Marx es falaz, la separación entre Economía y Estado es una realidad y el control de la burguesía es menos notorio que en 1848 , ahora sería más apropiado hablar de pos capitalismo, una sociedad en la cual existen estratos trabajadores de cuello blanco (los que trabajan en oficinas), y de cuello azul (emplean su fuerza física ..) pero que al fin y al cabo conglomeran el sector de asalariados, pero esta sociedad pos capitalista no es idílica, persisten diferencias, incluso en el color del “mono” de trabajo cómo ocurre en la Petroquímica de Repsol en Puertollano, un color que hace invisibles a los ojos de muchos a los trabajadores de las contratas.

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